Filosofía de la modernidad

Romanticismo

En esta corriente reina el subjetivismo y el dramatismo. Lo primero y principal son los sentimientos. Aunque el romanticismo fue más un movimiento literario, tuvo sólidas repercusiones filosóficas. La sensibilidad constituye la carataerística principal del movimiento romanticista. En sus orígenes fue esencialmente una revuelta, una actitud rebelde, expresada por el rechazo de las normas éticas y estéticas generalmente aceptadas. Se sentía una gran admiración por lo que llamaban la sensibilidad, expresión que significa predisposición y capacidad para manifestar emociones en la búsqueda de placeres, sacrificios y pasiones. Se valora lo misterioso y esotérico

Racionalismo

Fue la contraparte del empirísmo y tenía como consigna la prevalencia del la razón y lo lógico ante todo. Se inclinada por el método científico, lógico, matemático y físico, y su principal representante fue Rene Descartes. Para los racionalistas todo tiene un por qué y una explicación, es decir, evade toda las supersticiones y lo paranormal ya que todo es cuantitativo, analizable y teorizable.

Empirísmo

Frente a la corriente europea del racionalismo surgió en Gran Bretaña una importate corriente filosófica que, en gran parte, se definió por oposición a aquella, tanto a nivel temático como a nivel metodolígco. Esta nueva corriente que es el empirísmo, se basa en la experiencia y lo que se obtiene por la percepción de los sentidos, es decir, la experiencia y solo ella es la base de todos los conocimientos. Todo se obtiene a través de la práctica y la experimentación, es por esto que el empirísmo promueve las ciencias prácticas y experimentación. Sus principales representantes fueron Bacon, Newton, Locke, Berkeley, Hobbes y Hume.